El Distrito Korea celebró su 70.ª asamblea distrital el 11 de marzo de 2025 en el Centro de Retiros de la iglesia Anseong Sarang, a la que asistieron 521 delegados.

La asamblea eligió a Choi Hyoung-Young (iglesia de Seongnam) como nuevo superintendente de distrito. Choi es actualmente pastor principal de la Iglesia del Nazareno Sung Nam, cargo que ha desempeñado durante 21 años. Fundó y pastoreó la Iglesia del Nazareno Yang-Woo-Ri durante 16 años. También se desempeñó como tesorero de distrito de 2004 a 2006, y como secretario de distrito de 2010 a 2012.

Tras su elección, Choi Hyoung-Young expresó: «Siento temor y una gran responsabilidad ante Dios, quien me ha encomendado servir a la denominación a pesar de mis infinitas deficiencias y muchas faltas»; y pidió «constantes oraciones y cooperación para poder servir bien a la Asamblea General».

Expresó sus sentimientos diciendo: “Trabajaré arduamente para unir a todas las congregaciones de la Iglesia del Nazareno que están atravesando un momento crucial; y lograr un desarrollo aún mayor”.

Sucederá a Yoon Moon-ki, quien se ha desempeñado como superintendente desde 2022.

Esta asamblea de distrito comenzó con un servicio inaugural ofrecido por Yoon Moon-ki, seguido de una oración a cargo de Wang Jun-bok, presidente de la National Presbyterian Church; una lectura bíblica a cargo del diácono Kwon Mi-ae, presidente de la International Mission Society; una canción especial del Presbyterian Choir; y un sermón del superintendente general en jurisdicción, Gustavo Crocker. El presidente del National Council of Churches of Korea, Kim Jong-hook, pronunció un discurso de felicitación por video; y los presidentes de la Christian Holiness Church of Korea, Ryu Seung-dong y Kim Man-soo, transmitieron mensajes de felicitación.

Crocker dio un mensaje sobre "Pueblo santo, propósito santo" basado en 1 Pedro 2:9-10, señalando la autojustificación como la mayor oposición a la santidad y enfatizando que los oyentes deben vivir una vida santa como pueblo escogido. También enfatizó que los asistentes deben establecer el reino santo de Dios mediante la obra del Espíritu Santo; y los instó a "vivir una vida en la que nos despojemos de nuestra justicia cada día, nos vistamos con el manto de la santidad y cumplamos la misión del Señor".