Miembros de una congregación en Ruanda ayudan para que su templo permanezca abierto
En 2003, una pequeña Iglesia del Nazareno en Bisizi, Ruanda, se construyó con madera reciclada y un techo usado. Era todo lo que la iglesia podía pagar, pero necesitaban un lugar para celebrar sus servicios de adoración y se habían estado congregado allí desde entonces.
Hoy la iglesia es pastoreada por una viuda de nombre Josepha.
Funcionarios del gobierno llegaron recientemente a la Iglesia del Nazareno Bisizi como parte de un esfuerzo para garantizar que los edificios cumplan con los nuevos códigos requeridos. La iglesia no pasó y el gobierno emitió el cierre del edificio.
Josepha le suplicó a los funcionarios, preguntando qué podrían hacer para mantener la iglesia abierta. Los funcionarios le dijeron que el edificio debe cumplir con los nuevos requisitos para permanecer abierto. Requerían que la iglesia agregara cuatro baños, reemplazara las paredes de madera con paredes de concreto y reemplazara el techo viejo por uno nuevo.
Iglesias similares con desafíos parecidos fueron forzadas a cerrar o a remodelar todo su edificio.
Josepha tenía la confianza suficiente en la provisión de Dios para la iglesia que les dijo a los oficiales que los cambios se realizarían en menos de 30 días.
El equipo de inspección se sorprendió pero estuvo de acuerdo. Dejaron claro que regresarían a fin de mes y volverían a emitir el cierre si la iglesia no cumplía con los requisitos necesarios.
Al día siguiente, los miembros de la iglesia local se unieron al desafío y comenzaron a vender su ganado para mantener abierto el edificio de la iglesia.
Recaudaron $ 400 en las primeras 24 horas y comenzaron a hacer sus propios ladrillos de adobe para reemplazar las paredes. El Distrito Este ayudó con un nuevo techo.
Funcionó.
Hoy, la Iglesia del Nazareno Bisizi sigue de pie, y el gobierno está aclamando a la congregación como el tipo de iglesia "que el país necesita". Ahora, todos en el área hablan de la pequeña iglesia del pueblo que superó todos los obstáculos.
Gracias a congregaciones como la de Bisizi, las iglesias nazarenas en Ruanda están floreciendo. Solo el año pasado, la Iglesia del Nazareno en Ruanda ganó 4,000 nuevos miembros, un aumento del 37 por ciento.
Se ruegan sus oraciones por las iglesias en todo Ruanda en su esfuerzo para obtener más recursos mientras continúan compartiendo el amor de Cristo en sus comunidades.