Un hombre llamado Aung* respondió el llamado de Dios al campo misionero y ahora está teniendo un impacto eterno al servir a una comunidad rural en Myanmar.

Después de recibir un llamado a las misiones de Dios, Aung y su familia de seis decidieron dejar su hogar y mudarse a la aldea Naththauk en el estado de Rakhine en Myanmar. El pueblo se encuentra ubicado en una localidad remota sin acceso al transporte público, electricidad o incluso a Internet.

En comunidades remotas como Naththauk, las viviendas de alquiler no existen. Por lo tanto, no había una casa disponible para alquilar. Sin embargo, con la ayuda de Ministerios Nazarenos de Compasión y el Distrito Noroeste de Myanmar, se construyó una casa de madera en el pueblo para la familia de Aung.

“Estoy muy agradecida con Dios porque ahora mi familia tiene un hogar en el que vivir”, dijo Aung. "Al mismo tiempo, tenemos la oportunidad de usar esta casa como una iglesia en la comunidad donde la iglesia todavía no se encuentra".

Como nuevo residente en la comunidad, Aung camina alrededor de la aldea todos los días, visitando a sus vecinos para construir conexiones y hacer amigos. A medida que construye relaciones con ellos, comparte intencionalmente el evangelio con sus vecinos y ora por ellos cada vez que tiene la oportunidad. También ayuda a los líderes comunitarios con la educación de los niños de la comunidad.

Cuando Aung decidió seguir a Jesús como misionero local, plantar iglesias y hacer discípulos semejantes a Cristo en la comunidad se convirtió en el deseo y la pasión de su corazón. Ahora, su casa se ha convertido en un centro para que la comunidad venga y reciba tutorías y lecciones de música, así como un lugar donde los niños y jóvenes pueden conocerse y relacionarse entre sí.

Pedimos sus oraciones por Aung y su familia mientras ministran en la comunidad. Ore para que Dios los use para edificar Su iglesia en este lugar.

*Apellido omitido por motivos de privacidad

--Iglesia del Nazareno Asia-Pacífico